Hay gente que nace con los genes de la ingeniería en sus venas, y ahí está el señor Elon Musk que no nos dejará mentir, que desde niño construyó sus primeros prototipos de ingeniería sin estudios de pormedio. Alguien no muy famoso –aún- , pero que también posee el gen de ingeniero, sin contar con los recursos ni el posicionamiento mediático de Musk, ya logró hacerse viral, es Oyeyiola, un vato nigeriano que sin estudios especializados logró instalar un panel solar en techo de su vochito y una turbina bajo el capó del mismo, obteniendo como resultado un vehículo solar perfectamente funcional y amigable con el medio ambiente.
Para hacer la historia más interesante –sin dejar de ser real-, el joven nigeriano rescató al vocho de la chatarra, al ser considerado como un modelo descontinuado, juntó las piezas que le faltaban, incluso algunas las consiguió en los desechos, las más difíciles logró obtenerlas invirtiendo sus ahorros, pero siempre tuvo fe en que valdría la pena, era tanta la confianza que tenía en su proyecto, que algunos familiares y amigos le ayudaron a completar la cantidad que necesitaba para conseguir terminar el mismo.
Según Oyeyiola, el vocho funciona de la siguiente manera: conforme el auto se va moviendo, la turbina recarga la energía suficiente, la cual es proporcionada por el sol, la batería tarda en cargar entre 4 y 5 horas, por lo cual no puede usarse todo el día, pero bueno, estamos conscientes de que no es la CDMX, así que es más que suficiente para su localidad.
Ahora que está muy de moda la frase “Black Lives Matter” (Las vidas negras importan), no hay mejor muestra de eso que este ejemplo de superación y creatividad, a pesar de que Nigeria no es una potencia mundial, no hay duda de que el cerebro de este joven vale millones.