Precisamente el día de la Santa Cruz, cuando debió ser un día de celebración para toda la comunidad de la construcción terminó siendo un día de dolor, incertidumbre, rabia e impotencia.
Si bien en esta página no queremos politizar el suceso tan tráfico si queremos recalcar a las nuevas generaciones los puntos que deben tomar en cuenta ya que un error en un cálculo puedo significar la vida de cientos de personas.
Desde la terminación de la línea 12 del metro por ahí del año 2012, la construcción se vio criticada por la inestabilidad de las estaciones, pero tal parece que aquí en México creemos más en el “no pasa nada, si aguanta” que confiar en los cálculos de los expertos en ingeniería civil.
En lo particular siempre he creído que las culpas no sirven de nada y las soluciones son la respuesta que necesitamos, pero en este caso… SÍ HAY CULPAS Y SI SE NECESITAN SOLUCIONES.
Cualquier familiar de un trabajador como tú y como yo que se rompe el alma para salir en plena pandemia tiene el derecho de exigir la verdad y que se castigue a los verdaderos culpables.
¿Destino, casualidad o mala praxis?
Si no eres nuevo en el mundo de la construcción debes saber que existen reglamentos, normas y todo lo necesario para construir cualquier obra, seguir estas guías te ayudarán a evitar estos lamentables sucesos que para bien o para mal, ya pasaron, pero con que cara podrás ver a los ojos a los familiares de las victimas y más cuando ya se habían alzado la voz sobre las consecuencias que traería una construcción que desde un principio hacia desconfiar hasta los más expertos.
Nombres de grandes constructoras como ICA, SAB de CV, Alstom Transport, SA, Alstom Mexicana, SA de CV y Carso Infraestructura y Construcción, S.A. de C.V., están en el ojo del huracán al igual que personalidades del mundo político como Miguel Ángel Mancera, Marcelo Ebrad, Joel Ortega Cuevas, Enrique Horcasitas entre otros.
Aquí no se trata de ir en contra de un partido o de un personaje en específico, se trata de ser transparentes y dar la cara, no solo por el daño, sino por humanidad.
Cuando se supone que es un orgullo pertenecer a la construcción no es justo que por ahorrarse unos pesos ese orgullo se convierta en pena.
Este es un llamado a las autoridades a esclarecer y que caiga quien tenga que caer y aun más, un llamado a las nuevas generaciones para que cuando ejerzan piensen en que cada error puede costar vidas y por fin ponerle fin a esa frase que más que pena da vergüenza: “No te preocupes, si aguanta”.